El Gobierno ahora promete un plan y acuerdo con el FMI: el objetivo inmediato es evitar una crisis cambiaria
El Presidente convocó al diálogo a la oposición. El objetivo sería alejar los fantasmas de una devaluación brusca, pese a la suba de la brecha. También habría metas de déficit fiscal y otras variables para los próximos tres años
Avanzar en un acuerdo con el FMI, la explicitación de un “programa económico plurianual”, control del déficit fiscal, convocatoria al diálogo y respaldo a Martín Guzmán. En un inesperado discurso grabado tras el nuevo revés electoral, Alberto Fernández procuró dar algunas señales de lo que se puede esperar para la segunda parte de su mandato. El apuro del mensaje es entendible: tiene el desafío de mostrar un rumbo y mostrar gobernabilidad para evitar que la situación crítica en materia cambiaria genere un nuevo estallido durante el verano.
Es esperable que la nueva derrota del kirchnerismo, incluyendo el resultado un poco más ajustado en la provincia de Buenos Aires, tenga un impacto favorable en los ánimo de los inversores. En los próximos días cabe esperar que se calme el impulso del dólar libre e incluso que el Banco Central deje de perder reservas. No sería extraño además que se produzca un fuerte repunte en acciones y bonos.
Aún en caso de que se produzca una reacción positiva de los mercados tras el resultado electoral, habrá que trabajar a fondo para solucionar los problemas que arrastra la economía argentina. Los desequilibrios fiscales y monetarios requieren de un acuerdo con el FMI
De todas formas, posiblemente no ocurra el escenario de una remontada eufórica de los activos argentinos, ante por una sencilla razón: la “paliza” que muchos esperaban para el Gobierno en la elección tras el resultado de las PASO no tuvo la contundencia que muchos esperaban en la previa. Si bien el oficialismo perdió el quórum en la provincia de Buenos Aires, achicó fuertemente la diferencia en la provincia de Buenos Aires.