El déficit y las tarifas, claves en la negociación con el FMI
En los últimos días la negociación entre el gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el histórico préstamo que le entregó a la administración Cambiemos (por el monto y las irregularidades en su entrega) comenzó a virar hacia la arena política.
La modificación del programa actual por uno que le permita a la Argentina en plazos sustentables repagar la herencia de 44.000 millones de dólares que el organismo entregó como aporte de campaña al macrismo conlleva una serie de condicionalidades que suelen imponerse a los países deudores. Sin embargo, la falta de control ex ante y ex post del Fondo al convalidar ese monto extraordinario es la llave política con la que el ministro de Economía, Martín Guzmán, buscará destrabar la negociación. "Estamos en un momento en que la discusión es política más que técnica", reconoció a El Destape una fuente del equipo económico.
En lo técnico, la clave será lo que suceda con los subsidios, principalmente a la energía, por su alto impacto en el bolsillo de las familias. En un año electoral, la posibilidad de cumplir con una reducción del déficit que agrade a los burócratas del Fondo impactará de lleno en el humor de las y los votantes en un año de elecciones de medio término. Es por eso que, con un plazo que vence formalmente en septiembre para alcanzar un acuerdo, no se descarta la posibilidad de que la resolución sea después de octubre.
"Nada está dicho en cuanto a los plazos. No existe un cronograma fijo", reiteran desde el equipo negociador que comanda Guzmán y el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos. El objetivo es llegar una primer entendimiento antes de mayo. El próximo vencimiento para pagarle al Fondo, en un cronograma irresponsablemente corto de repagos que dejó el macrismo, es en septiembre. Pero la fecha a mirar es abril, un mes antes de que venza otra cuota del préstamo con el Club de París, organismo financiero internacional con el que la Argentina mantiene una situación de deuda impaga desde junio pasado. Si bien son instituciones distintas, coinciden los países que integran uno y otro.
A mediados de marzo Guzmán viajará a Washington para continuar con las negociaciones en forma presencial. "Se está trabajando de manera virtual cotidianamente. Así como hicimos con los acreedores externos, se puede hacer con el FMI. Pero acá la discusión pasó a la arena política", confirmaron a este medio. "Lo que está claro es que vamos a ir con nuestro programa económico", insistió la fuente. Los próximos viajes de Guzmán, que servirán para sumar adhesiones a la posición argentina frente al irresponsable crédito que recibió el gobierno anterior, continuará por varios países de Europa --con foco puesto en el Club de París-- y luego a China.